Conocimos lo de El Enebral de Valdorros este verano, en casa de unos amigos, que nos contaron todos los problemas de esa encantadora urbanización del páramo burgalés, desde donde pueden verse unas puestas de sol impagables.
Hemos seguido por televisión e internet todas las reivindicaciones de los vecinos para tener una casa digna en un lugar digno, el cual habéis elegido para vivir. Con dignidad y felicidad. Qué valentía!.
Más de trescientas (¡¡300!!) personas del Enebral se han manifestado pacíficamente en Burgos para protestar por la falta de agua, de luz, de limpieza, etc., en vuestras casas y calles, y para que acabe ese trato denigrante al residente, más propio de la España profunda, de la oscuridad y el engaño, que de personas civilizadas.
Aunque la distancia no lo ha permitido, nos gustaría haberos acompañado con las garrafas y los cántaros, solidariamente, a vuestro lado y cantar las proclamas.
Muchos ánimos a todos, esperamos que vuestros deseos de tranquilidad puedan verse cumplidos muy, muy pronto; y que os dejen vivir a gusto, sin esas demagogias cuyos orígenes hay que buscarlos lejos, muy lejos.
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Conocimos lo de El Enebral de Valdorros este verano, en casa de unos amigos, que nos contaron todos los problemas de esa encantadora urbanización del páramo burgalés, desde donde pueden verse unas puestas de sol impagables.
Hemos seguido por televisión e internet todas las reivindicaciones de los vecinos para tener una casa digna en un lugar digno, el cual habéis elegido para vivir. Con dignidad y felicidad. Qué valentía!.
Más de trescientas (¡¡300!!) personas del Enebral se han manifestado pacíficamente en Burgos para protestar por la falta de agua, de luz, de limpieza, etc., en vuestras casas y calles, y para que acabe ese trato denigrante al residente, más propio de la España profunda, de la oscuridad y el engaño, que de personas civilizadas.
Aunque la distancia no lo ha permitido, nos gustaría haberos acompañado con las garrafas y los cántaros, solidariamente, a vuestro lado y cantar las proclamas.
Muchos ánimos a todos, esperamos que vuestros deseos de tranquilidad puedan verse cumplidos muy, muy pronto; y que os dejen vivir a gusto, sin esas demagogias cuyos orígenes hay que buscarlos lejos, muy lejos.
Un emocionado abrazo para todos los vecinos.
Joan Meva
Sta. María de Palautordera.
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