Los vientos que soplan siguen siendo los mismos, pero el rumbo está ya muy bien marcado. La nueva directiva afronta los próximos acontecimientos con juventud, coraje y valentía. Le deseamos que sea una singladura corta por la cercanía de las resoluciones esperadas y que las futuras finalidades de la APVA sean más festivas que reivindicativas.
Desde aquí, como de costumbre, trataremos de acompañarla durante el trayecto que falte.
